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2) Modificación de las representaciones parentales de Para todos estos casos, parte del diálogo terapéutico
segundo orden puede incluir un reconocimiento de las situaciones en que
En La constelación maternal (1995), Stern diferencia dos los padres ejercitan adecuadamente esas habilidades
niveles de representación parental que son clínicamente que, normalmente, no se ponen de manifiesto. Dichas
importantes para el ejercicio de las terapias padres-hijos. situaciones pueden ser excepcionales, o darse de forma
De un lado, están las representaciones que los padres muy sutil, lo cual las hace difíciles de detectar. El
tienen "naturalmente" acerca de su hijo (como más o terapeuta se encarga aquí de mantener una mirada
menos bueno, sociable, tranquilo, difícil, peligroso, siempre atenta a estas manifestaciones y una disposición
extraño, etc.), así como de sí mismos (como capaces, a hacerlas explícitas.
más o menos vinculados a sus niños, buenos, *Señalamiento de indicadores de apego en el niño: estas
destructivos, etc.). Estas representaciones tienen una intervenciones tienen como objetivo contrarrestar la
importante influencia sobre el conjunto de respuestas que sensación que algunos padres tienen de no ser
los padres emiten durante la interacción con sus hijos, ya cuidadores legítimos, valiosos o referenciales para sus
que tiñen poderosamente las interpretaciones que el hijos. Éstas y otras acciones terapéuticas se enmarcan
cuidador realiza, momento a momento, acerca de lo que dentro de una filosofía de intervención centrada en
sucede entre su niño y él. Además de éstas, Stern señala fortalezas.
que existen otras representaciones que se producen y 4) El terapeuta que actúa
activan en el contexto de la relación con el terapeuta. Dugmore (2014) reseña las diferencias fundamentales
Estas representaciones contienen la imagen que el padre que existen entre el encuadre de las terapias padres-hijos
tiene acerca de sí mismo en la terapia o, y el psicoanálisis tradicional, y que nos alejan
fundamentalmente, a ojos del terapeuta. La relación potencialmente del marco psicoanalítico: 1. Un uso
terapéutica, en este sentido, trae consigo la oportunidad novedoso del espacio, donde diversos miembros de la
de que nazcan y se desplieguen versiones nuevas, familia pueden concurrir a consulta de forma variable; la
alternativas, del padre, facilitadas por las dinámicas de forma de sentarse cambia; hay juguetes; se producen
mentalización, contención, seguridad y observación interacciones que transforman constantemente la postura
detallada que ofrece el espacio de la intervención. Estas de los participantes y la configuración espacial del marco;
nuevas experiencias del padre acerca de sí mismo como etc.; 2. Una configuración diferente de los tiempos de la
cuidador pueden contrarrestar las representaciones más o intervención (tal y como hemos desarrollado en las
menos rígidas que se activan en el escenario de la premisas de este artículo); 3. La ausencia frecuente de un
relación cotidiana con el niño y, así, abrir la posibilidad de intercambio económico paciente-terapeuta, en los casos
nuevas formas de estar juntos para la díada cuidador- de familias que acuden bajo el auspicio de programas de
niño. Tres son las acciones terapéuticas que, con mayor apoyo y asistencia en la parentalidad; y,
frecuencia, cumplen este papel a través de modelos fundamentalmente, 4. Un abandono de la neutralidad
diversos de intervención: junto a una acusada tendencia a las intervenciones
*Señalamiento de interacciones armónicas niño-cuidador: activas.
La mirada del terapeuta se dirige entonces a los
microsucesos de la interacción donde las cosas salen
bien, con el objetivo de aportar saliencia a estas
dinámicas y de construir, progresivamente, una imagen
positiva del cuidador capaz de "competir" con las
representaciones más negativas.
*Señalamiento de habilidades infrautilizadas del cuidador
Algunos padres se sienten especialmente frágiles frente a
determinados estados emocionales de sus niños, y se
protegen de dichos estados desatendiendo al niño,
alejándose o incluso prohibiendo y atacando esas
emociones amenazantes.
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